Yo elijo crianza con apego, ¿y tú?

Yo elijo la crianza con apego, elijo hablarle bonito a mi hijo, apagar todos sus llantos, sentirlo sobre mi piel, darle el pecho hasta la edad que él quiera y dejar a un lado a quien no me entiende o me critica por ello. Yo elijo la crianza con amor como medio de dar al mundo niños felices que no conocen el miedo
Sabemos que a día de hoy, esta tendencia tiene tantos adeptos como detractores. Estrategias como el porteo, el colecho, la lactancia prolongada o el método canguro de piel con piel no son precisamente nuevas. Sin embargo, para muchos son poco más que opciones arriesgadas con las que entorpecer el correcto desarrollo de un niño.

Queda claro que cada madre, cada padre es muy libre de elegir el modo en que cría a sus hijos. No obstante, el “attachment parenting” o crianza con apego , definido por el pediatra William Sears, no es más que un modo de dar la bienvenida a un bebé del modo más cálido posible, respetando en todo momento su instinto natural. Porque un bebé no es un adulto, por tanto, es solo una criatura que, al igual que cualquier otro mamífero, solo necesita tres cosas: alimento, sentirse seguro y protegido por sus cuidadores.

En realidad, para entender el auténtico concepto de la crianza con apego lo que hemos de entender en primer lugar es cómo funciona el cerebro de un recién nacido. Sus instintos son tan puros, tan esenciales que se rige solo por dos canales, el miedo y el amor. En nuestra mano está que la balanza se incline hacia un lado o hacia otro para que ese niño madure como debe: en seguridad y en felicidad.

crianza con apego
Sabemos que ya has oído hablar de la teoría del apego de John Bowlby. Es importante saber diferenciar este concepto de “apego” de ese otro que en la actualidad, está tan de relevancia en el tema de las relaciones afectivas y de pareja.

    El apego de un bebé con sus padres no es el mismo que el apego de una pareja.
    Un recién nacido, por ejemplo, necesita la cercanía física y emocional de unos progenitores. La necesita del mismo modo que la leche materna, sin él, el desarrollo físico y neuronal no se llevaría a cabo de forma óptima.
    En las relaciones de pareja apego se relaciona a menudo con una necesidad casi obsesiva del uno por el otro. Cuando uno “necesita”, generalmente, hace uso de cierta dominación, de cierto control. Amar, en una relación de pareja es ante todo querer y dejar ser, amar y dejar espacios donde crecer como personas a la vez que como pareja.

    El apego con un bebé no hará que el día de mañana desarrolle una dependencia absoluta por sus progenitores. Este apego confiere seguridad para crecer sintiéndose amado y con una buena autoestima para descubrir el mundo con mayor autonomía y finalmente, con una adecuada independencia.

Yo elijo crianza con apego
Un bebé es un ser con instintos básicos. Tal y como nos explica la antropóloga y psicóloga Jean Liedloff, hemos de entender algo que ella define como el “concepto de Continuum”. Cuando nace un niño está preparado biológicamente para depender de su madre en todos los sentidos.
El cerebro de un bebé se rige por esos instintos esenciales de todo ser vivo donde estar solo, es sentirse amenazado. Donde no tener la cercanía de su madre, es sentirse en peligro. Quien piense que un bebé llora por las noche para chantajear a sus padres, se equivoca. Un bebé no entiende de engaños, entiende de miedos y necesidades.

Otro aspecto que debemos tener muy en cuenta es que cada niño es único y excepcional. Habrá niños de alta demanda y bebés que no son tan exigentes, y que por tanto, dormirán toda la noche de seguido sin necesidad de demandar el cuidado de sus padres.

Por ello, vale la pena reflexionar en estos aspectos.
    Yo elijo ser coherente en la crianza de mi hijo. Ello significa que actuaré siempre teniendo como prioridad las necesidades de mi bebé.
    Para conocer las necesidades de mi bebé sé que debo conectar con él y entender cómo funciona su cerebro: estar lejos de mí le produce miedo, sensación de soledad y desconsuelo.

    Estas necesidades serán muy intensas a lo largo de sus primeros meses de vida. Sin embargo, a medida que crezca esta demanda será menor, pero ello, no significa que dependa menos de mí.

    Yo elijo la crianza con apego para crear un vínculo de fuerza y de confianza. A medida que me hijo crezca, el concepto de continuum le permitirá abrirse al mundo con seguridad porque yo confío en él y él confía en mí.

Para concluir, la crianza con apego no es una estrategia educativa, ni un nuevo enfoque psicopedagógico. Hablamos de instinto, sentimientos y emociones. Es dar el amor como respuesta, el cariño como medicina cotidiana, el afecto como un nuevo útero en el cual, atender de forma íntima a ese bebé que poco a poco, saldrá al exterior con mayor aplomo para convertirse en un niño autónomo, independiente y responsable.


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