Madre, es verdad que no soy perfecto. Pero también es
cierto que nunca pretendí serlo. Como todo pequeño tengo ciertas destrezas
naturales y otras tantas que me han sido negadas. Por eso te pido por favor:
Mamá, valora mi esfuerzo de cada día.
Simplemente pido que no solo festejes mis logros y
aciertos. Pues para mí es también muy importante que consideres mi dedicación y
tenacidad. Valora mi esfuerzo para no aniquilar mi autoestima, condenándome a
sentirme inferior que el resto de los niños a diario.
Mamá yo no busco ser perfecto, sino ser feliz siendo yo
mismo. Entiendo que tengo errores, fallos y debilidades pero también asumo mis
virtudes y talentos. Valora mis características positivas y también mi deseo de
superación sobre las que crees “negativas”.
Hazme sentir ese ser maravilloso y excepcional que llegó
a este mundo para cambiar tu vida. Alimenta cotidianamente mi confianza para
saber que puedo vencer todo obstáculo. Después de todo, solo intento mejorar
aquello en lo que no destaco para sentirme brillante ante tus ojos.
Valora mi esfuerzo y hazme sentir capaz
Puede que algunas tareas y actividades las supere
fácilmente mas otras requerirán de altas dosis de esfuerzo. Aquí se pondrá a
prueba mi paciencia y perseverancia debido a la necesidad de trabajar
arduamente par superarme. Por eso insisto: valora mi esfuerzo y entiende que no
puedo ser perfecto.
No, no me compares con mi hermana, con mi primo ni con
mis compañeros. Te lo pido por favor, pues somos personas diferentes y, por
tanto, poseemos dones diferentes. Puede que, como dice la maestra del colegio,
simplemente maneje tiempos diferentes. Solo respeta mi ritmo para no herirme.
Recuerda que mi valor es por quien soy y por todo lo que
desde que nací te doy. No midas con la vara de la comparación que solo trae
frustración y rivalidad. Ponte a mi lado, mírame a los ojos y dime con certeza
que soy capaz de lograr lo que me proponga.
Ayúdame a avanzar y a dominar cada reto que me imponga la
vida, o yo mismo. Apóyame y destinemos tiempo de calidad a mi autosuperación.
Dale poder a mis alas con tus actos y palabras que, sin dudas, son muy
importantes para que pueda crecer y aprender.
Destaca mis logros e intentos fallidos por igual
Nadie me conoce tanto como tú, mami. Por eso mismo, no
hay alguien capaz de valorarme como tú lo haces. Siempre orgullosa y con una
mueca en el rostro das a conocer cada una de mis glorias. Mas no solo destaques
mis logros sino también mis intentos fallidos. Pues detrás de ellos se esconde algo
fundamental.
El errar en algo supone, de alguna manera, un nuevo
intento. Además comprende una nueva oportunidad de superarme y sobreponerme a
las dificultades. Por eso, celebra mi actitud de no bajar los brazos y darme
por vencido. Valora mi esfuerzo y entiende que cada tropiezo me hará más
fuerte.
Háblame bonito, sé paciente y así nutre mi esperanza.
Jamás permitas que claudique dándome por vencido sin mediar un intento.
Transmite todo eso bonito que movilizo en ti con palabras, gestos, hechos y
abrazos. Demuéstrame que todo esfuerzo vale la pena y tiene su recompensa.
“No está muerto quien pelea” escuché en la escuela decir
en un recreo a uno de los niños grandes. Y es cierto, pues la única batalla que
se pierde es la que se abandona. Píntame un mundo donde no existan imposibles
cuando se invierte en la bolsa de los sueños grandes cuotas de sacrificio.
Por supuesto que no pido que me engañes, sería más
hiriente chocar con una realidad que me resulte hostil. Pero anímame a
intentarlo, a ir por más. Entiendo que no soy extraordinario en todos los
campos ni me fijaré metas descabelladas o poco realistas.
Sí, puede que en esta etapa de mi vida necesito un
empujón. Y siento que debes ser tú, aunque te cueste horrores, quien me
impulse. No tengas miedo a que me equivoque, o no equivoquemos. Después de
todo, son las caídas las que nos fortalecen y de cada tropiezo seguro tendremos
mucho que aprender.
Este articulo fue realizado gracias a eresmama.com Si deseas seguir leyendo artículos de tu interés sigue explorando el sitio
Este articulo fue realizado gracias a eresmama.com Si deseas seguir leyendo artículos de tu interés sigue explorando el sitio
Vaya gilipollez, cada día me sorprende más los post vistimistas que se publican. Por supuesto que tu madre no te va a hundir, si eso lo contrario, lo más normal es que sobreprotejan
ResponderEliminar